La Maestra
¿Quién es La Maestra Perla?
Infancia y Juventud
Perla Morris, nuestra querida Maestra, nació en 1937 en Rionegro, Antioquia, un pintoresco pueblo colombiano enclavado en la planicie de una montaña, abrazado por colinas y cielos de primavera. Allí, en la tierra natal de sus padres, Ernesto y Romelia, comenzó su vida, marcada por el movimiento constante, reflejo del espíritu nómada de su padre, ingeniero de caminos.
Ernesto había heredado el carácter estudioso y aventurero de su abuelo White, un inglés que llegó con su familia a Colombia en 1870 contratado por el gobierno para promover el trazado y la construcción de caminos, impulsar la navegación por los ríos Cauca y Magdalena, y desarrollar proyectos mineros en diversas regiones del país.
Guiada por ese legado de exploración y desarrollo, la joven familia recorrió diversos rincones de Colombia hasta establecerse por primera vez en la costa Pacífica, en Nuquí, en el año 1943. Allí, rodeada de selvas, ríos y el océano, Perla vivió una infancia de contemplación y asombro. Recogía conchas en la playa, admiraba el vuelo de las aves y observaba las estrellas con la convicción de que todos nacemos con la Luz en nuestros corazones.
Perla fue la mayor de cinco hermanos: la única mujer entre cuatro varones. Su padre nunca quiso enviarla a estudiar a un establecimiento educativo formal: “Usted no tiene que ir a un colegio para aprender”, solía decirle. Fue él quien le enseñó a leer y a escribir, y como ingeniero, convirtió las matemáticas y la observación de la naturaleza en pilares fundamentales de su educación. Desde entonces, Perla ha sido una lectora incansable, cultivando el conocimiento por sí misma y descifrando los misterios del mundo con la curiosidad de un niño que descubre, en cada detalle, la respuesta de un acertijo.
Descubrimiento Interior
Desde muy temprana edad, La Maestra aprendió a mirar la vida con otro lente. Admiraba el planeta como un regalo divino, y cada noche se sentaba en silencio a meditar, conectándose con la Luz interior que la guiaba desde lo más profundo de su Ser.
Fue en Nuquí, rodeada de naturaleza virgen, donde cultivó los valores esenciales que la acompañarían toda su vida: el amor por el planeta Tierra, el servicio a los demás y la búsqueda de la Iluminación.
En aquel lugar remoto, donde no había médicos, la niña Perla recorría los caminos con una pequeña botella de agua, y deseosa de ayudar se acercaba a los enfermos, depositando agua sobre sus llagas de leishmaniasis, provocando alivio y asombro. Cuando le preguntaban qué tenía esa agua, ella simplemente sonreía.
A los siete años, Perla enfermó gravemente de paludismo y estuvo al borde de la muerte. Fue entonces cuando su padre le enseñó a utilizar el poder de la mente como herramienta para sanar el cuerpo. A través de esta experiencia, Perla sanó y comprendió desde muy pequeña que los pensamientos y la Luz de la Conciencia poseen un poder transformador capaz de cambiar la salud y la realidad misma.
Desde ese instante, La Maestra comenzó a confiar en el poder de su mente, a cultivar la Luz que habitaba en su interior y a practicar la serenidad y el valor, confiando en que cada altibajo que la vida le presentara podía ser superado. Como aquella vez en que, siendo aún niña, fue enviada junto a sus hermanos a cruzar el mar abierto en un pequeño bote con motor reducido, rumbo al pueblo más cercano. Aunque las aguas estaban embravecidas, Perla permanecía en calma, sostenida por la fuerza silenciosa de su espíritu y la guía luminosa que la acompañaba en su interior.
Su determinación, ese día y todos los días de su vida, ha sido firme como la raíz de un gran árbol. Cada meta que se traza la alcanza con convicción inquebrantable.
Viajes Alrededor del Mundo y Vida en Familia
A los 19 años, Perla se casó con Joseph Morris y se radicó en Estados Unidos, donde nacieron sus hijos, Michael y Marjorie. Tras sufrir un grave accidente que le provocó una luxación de cadera, recibió un diagnóstico de invalidez. Sin embargo, un médico, conmovido por su actitud positiva, la acompañó en un proceso diario de Silencio y visualización. Gracias a su fe profunda y persistencia, logró recuperarse y volver a caminar.
Esta vivencia reafirmó su certeza de que existe dentro de nosotros un poder sanador capaz de transformar no solo el cuerpo, sino también la mente, las emociones y el corazón —tal como lo había experimentado de niña al superar el paludismo—.
Poco tiempo después, su vida tomó un nuevo rumbo. Por motivos de trabajo de su esposo, la familia emprendió constantes viajes que los llevaron a vivir en países como Turquía, Irán e India, así como en Europa y Estados Unidos. Fue una etapa de expansión cultural y espiritual, que ofreció a Perla y a sus hijos nuevos paisajes, variedad de lenguas y profundas lecciones de vida.
“Qué mejores y bellas oportunidades y escuelas para continuar y consolidar mis procesos como asombrada autodidacta”, solía decir con gratitud, sabiendo que cada experiencia reforzaba los caminos ya iniciados.
Mientras vivía en distintas regiones de Europa y Asia, se entregó con amor a la crianza de sus hijos y al estudio profundo de las culturas antiguas de Grecia, Italia, Turquía e India. En estas búsquedas intentaba comprender y nombrar aquella Luz silenciosa que contemplaba desde niña y que brillaba en todo lo que veía —y de la cual, por mucho tiempo, no se atrevió a hablar—.
Años de Enseñanza: Nacimiento del Seminario Perlamor
Durante su estancia en la India, La Maestra leyó sobre la Luz, pero no encontraba una explicación que reflejara lo que ella Sentía y Veía. Al volver a Estados Unidos, descubrió el libro La Energía Kundalini y por fin encontró la respuesta que había buscado toda su vida. Así, en 1972, comenzó a compartir prácticas de meditación del Silencio y Kundalini Yoga.
Guiada por el Silencio de su Luz y por los principios espirituales que sostuvieron su camino, fue dando forma al Seminario Perlamor. En 1982, con sus hijos ya en la universidad, dejó atrás las labores del hogar para entregarse por completo a la enseñanza y el estudio.
Formalizó entonces su rol como guía espiritual, y profundizó en los estudios de psicología y desarrollo humano en la Universidad de Carolina del Norte. Durante muchos años compartió sus enseñanzas en cárceles y centros de acogida para mujeres víctimas de abuso, llevando consigo una luz transformadora a lugares vulnerables.
En marzo de 1991, tras un periodo de profunda introspección, decidió regresar a Colombia, su país de origen. En la ciudad de Cali retomó sus enseñanzas dictando el Seminario Perlamor, en la Biblioteca del Centenario por cerca de diez años. Con el tiempo, el interés creció, y su método empezó a compartirse en empresas, clínicas y espacios dedicados a niños —muchos de ellos hijos de sus discípulos—, lo que brindó continuidad generacional a su legado.
En el 2001, impulsada por el deseo de profundizar en sus enseñanzas espirituales, junto a un grupo de estudiantes que ya llevaban varios años recorriendo el sendero de Perlamor, dio origen al Seminario Espirales de Crecimiento. Este proceso, de cuatro años de duración, ofrecía un espacio dedicado a la exploración avanzada del Ser, al autoconocimiento y a la expansión espiritual.
Pasado el 2005, decidió reducir los encuentros grupales y dedicarse principalmente a sesiones individuales con discípulos, en las que seguía ofreciendo guía personalizada. Esta etapa se prolongó hasta el año 2009, momento en que eligió retirarse de la enseñanza directa para enfocarse plenamente en la escritura. Se trasladó entonces a la ciudad de Bogotá, donde vivió hasta el año 2011.
Años en Retiro y Silencio
Hoy, La Maestra vive en retiro en Carolina del Norte, Estados Unidos. Su vida cotidiana transcurre en Silencio, Meditación y Agradecimiento. Tal como en su infancia, está rodeada de naturaleza: pájaros, ardillas y venados visitan con frecuencia su balcón, como si fuesen cómplices del Silencio y la Luz que la guían.
Habita en el Momento Eterno —Ageless, Timeless— en la Luminosidad de la Consciencia, abrazando los dos mundos: el relativo, en el que vivimos en el momento, y el Espiritual, que subyace detrás de todo lo que existe.
En la actualidad, La Maestra Perla permanece profundamente unida a sus discípulas y discípulos, quienes la han acompañado con amor y entrega en la cristalización de sus enseñanzas. Gracias a esa cercanía, muchos se han formado como guías y hoy transmiten los seminarios Perlamor y Espirales de Crecimiento en Colombia y Estados Unidos, dando continuidad Viva a su Legado.
Seminarios, publicaciones y libros
Libros Publicados
• El Sendero Hacia la Luz Plena – La Libertad más allá de los Dos Mundos (2021)
• El Cuentico Mágico de la Vida – Una historia escrita desde el principio (2022)
• La Escalera del Sabio – Diez Pasos para Ascenderla (2022)
• Mi Estrellita – Fábulas- Perlamor para niños(as). (2024)
Libros en Proceso de Edición
• Perlamor – Autotransformación Personal y Meditación del Silencio
• Espirales de Crecimiento – El Emerger de la Sabiduría Intuitiva
• Aleteos Sutiles de la Iluminación
• El Solitario. La Última Experiencia del Nivel Causal (Ensayo).
Seminarios
• Perlamor – Autotransformación Personal y Meditación del Silencio.
• Espirales de Crecimiento – El Emerger de la Sabiduría Intuitiva.
Para más información ir a la pestaña Biblioteca.
El Legado de la Maestra
El Legado de la Maestra
En sus palabras descubre el significado de la Estrella, sus símbolos y la Metodología.
- Explicación de La Estrella y sus Símbolos
- Metodología
- Terminología
Fuente imagen: Maestra Perla Morris, 2025
Símbolos dibujados por: Dayhana Muñoz, bajo la guía de la Maestra.
El Legado de la Maestra
En palabras de un Tres Veces Sabio, descubre el significado de La Estrella, sus símbolos y la Metodología…
- Explicación de La Estrella y Sus Símbolos
- Metodología
- Terminología
El crecimiento personal en 5 pasos
1. Meditación -Yoga
a) Es la ciencia del Despertar
b) El puente del yo básico al Yo Divino.
c) Nos permite integrar, purificar y experimentar.
2. Limpieza y Purificación
Limpiar y corregir las emociones negativas, los condicionamientos y compulsiones que nos esclavizan y nos alejan de nuestra Esencia -Luz-.
3. Observación
¿Qué estoy pensando?, ¿qué estoy sintiendo? y ¿con qué estoy conectado?
4. Integración del yo básico -ego-.
Reconocer el ego como una herramienta necesaria en el proceso de crecimiento. En lugar de rechazarlo, lo dirigimos e integramos con compasión y agradecimiento, convirtiéndolo en un aliado de nuestra transformación.
5. Agradecimiento
El Agradecimiento concentra nuestra mente en lo que tenemos y no en lo que nos hace falta. Esta virtud nos permite agradecer la alegría y el sufrimiento, la ganancia y la pérdida, reconociendo que la dualidad es parte de la vida.
¡Esto y más lo encontrarás en nuestro seminario Perlamor!